El IPN crea planta para la producción de biodiésel
Con una capacidad de procesamiento de 500 litros diarios, un bajo consumo de energía, y con la ventaja de que no genera residuos en el ambiente, el Centro Mexicano para la Producción Más Limpia (CMP+L), del Instituto Politécnico Nacional (IPN), puso en operación una planta para la producción de biodiésel de alta calidad, la cual elabora biodiésel a partir de la utilización de aceite comestible residual.
La creación de esta nueva infraestructura es resultado del esfuerzo y talento de un grupo de investigadores politécnicos, quienes participaron en la convocatoria emitida por la Secretaría de Ciencia, Tecnología e In- novación (SECITI) de la Ciudad de México, donde lograron obtener un apoyo para el proyecto por un monto de siete y medio millones de pesos.
Se trata de la segunda planta en México que cuenta con la certificación de la Secretaría de Energía (Sener). En su creación participaron especialistas de varias unidades politécnicas: el Centro Interdisciplinario de Investigaciones y Estudios sobre Medio Ambiente y Desarrollo (CIIEMAD); la Unidad Profesional Interdisciplinaria de Ingeniería y Tecnologías Avanzadas (UPIITA); la Escuela Superior de Ingeniería y Arquitectura (ESIA), Unidad Ticomán; el Centro de Investigación en Ciencia Aplicada y Tecnología Avanza da (CICATA), Unidad Querétaro, y el propio CMP+L.
El concepto, diseño, construcción, automatización y control, fue responsabilidad de los especialistas politécnicos, quienes buscaron que la producción se llevara a cabo bajo el principio de química verde, lo que implica un bajo consumo de energía, además de que contribuye a la huella hídrica, es decir, que no genera ningún tipo de residuo contaminante, de manera que además de los beneficios económicos, ayuda a reducir las emisiones de Dióxido de Carbono (CO2) y ensucia menos los motores de los vehículos.
El representante legal de la planta es Abelardo Flores Vela, la responsable técnica, Violeta Yasmín Mena Cervantes y el diseño fue de Juan Carlos Paredes Rojas. Al efectuar la inauguración de la planta, el director general del IPN, Enrique Fernández Fassnacht, señaló que un tema crucial para el presente y el futuro, es el tipo de energía que la humanidad debe utilizar, pues a pasos agigantados hemos deteriorado el planeta y las consecuencias están a la vista, lo cual hace relevante la existen cia de iniciativas que promuevan la elaboración de combustibles sus tentables.
Indicó que gracias al apoyo de la SECITI, el IPN generó una tecnología propia que permite transformar un litro de aceite residual en un litro de combustible limpio, lo que muestra la importancia de la colaboración entre las instituciones de educación superior y los gobiernos, para el despliegue de capacidades que repercutan en beneficios tanto para la sociedad como para el medio ambiente.
“Este biocombustible es resulta do del arduo trabajo y compro miso de los especialistas politécnicos que beneficiará a México, empezando por el propio Po- li técnico, y con ello el CMP+L demuestra una vez más que el Instituto es punta de lanza en México y América Latina en el desarrollo de tecnologías que contribuyan al uso sustentable de los recursos y al cuidado ambiental”, puntualizó.
A su vez, el director del CMP+L, Abelardo Flores Vela, precisó que la planta utiliza un proceso de producción innovador, cuya materia prima es el aceite comestible que desechan en cocinas, restaurantes y empresas de frituras, logrando mediante esta tecnología una eficiente conversión para producir biodiésel de alta calidad.
Mencionó que una parte del combustible que consumen los camiones que cubren la flota de recolección de basura del IPN ha sido cubierto por biodiésel producido en esta planta con muy buenos resultados, de manera que el CMP+L, en breve, planteará un proyecto institucional para cubrir esta demanda.