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Equipos de alto desempeño



Es bastante común que cuando se entra por primera vez a trabajar en una empresa, los jefes nos motivan haciéndonos creer que somos parte de un equipo y nosotros somos los lideres de este equipo de trabajo, sin embargo, no nos explican si son equipos de alto rendimiento, equipos coloquiales o simplemente formamos tareas de trabajo. Si lo ven de esta manera es un gran problema no saber adecuar tu equipo de trabajo ni saber motivarlos para tener el mejor rendimiento y aprovechamiento de cada uno de ellos, ya que muchas industrias están acostumbradas a “Motivar” a sus trabajadores solo por un día, y eso a grandes rasgos resultar ser ineficiente para las grandes empresas.
Hay muchas maneras de saber identificar las necesidades de cada miembro de tu equipo de trabajo, ya que muchos proyectan su sentir y esto nos puede ayudar a conocer los puntos clave de motivación que debe tener cada uno de ellos, pero hay algo que debemos tener siempre en cuenta antes de querer motivar a tu equipo de trabajo, siempre hay que recordar que antes de querer tener un buen equipo con tus compañeros, “Hay que tener un buen equipo con nosotros mismos”, todos en algún momento de nuestras vidas hemos escuchado “Si te sabes vender, puedes vender cualquier cosa” y de alguna manera tiene algo de razón esta frase, para saberte vender debes adquirir una habilidad de convencimiento muy efectiva para que a cualquiera que le quieras vender ya sea un producto, un servicio o una idea, puedas hacerlo sin ninguna dificultad y todo esto se da a raíz de una muy buena motivación propia, ahora bien, una vez que te hayas dedicado el tiempo suficiente para adquirir toda esta serie de habilidades, tienes que aprender a saber llegar con tus compañeros de equipo y proyectar esa motivación que un principio te motivo a ti mismo.
Sin saber que cultura o religión profeses la mayor parte de las personas creen en algo sin siquiera conocer su paradero, a esto es a lo que coloquialmente le llamamos fe, y así como mucha gente le tiene fe a algo, es de mucha importancia primero tener fe en nosotros mismos, esta es la regla básica para poder digerir una buena motivación, creer en lo que nosotros hacemos y en la capacidad que tenemos para lograrlo.
Una vez hayas adquirido toda esta serie de atributos para el crecimiento integral personal, tendrás la capacidad de poder transmitir estos mismos atributos para tu equipo de trabajo y con esto poder llevar estos atributos intangibles a algo tangible como lo es el capital, cuando las empresas comienzan esta fase de “contratación” lo primero que van a querer es el retorno de su inversión, y lo que buscan de ti es “¡Que vas hacer para generar este capital!”, bueno pues es aquí donde todos estos atributos intangibles se hacen presentes, ¿en dónde? En tu capacidad de venta, y es donde nuevamente regresamos a lo mismo, quizá el lugar donde te encuentras es una empresa donde la motivación no existe, y si lo ves de esta manera no tienen la responsabilidad de hacerlo, porque al final de cuentas, quien se gana las recompensas por adquirir esta motivación eres tu, y no hay nada mejor que seas tu quien te exige mas para tu beneficio personal, ahora bien, a tus esfuerzos súmale el apoyo de un equipo bien motivado…

¡Las recompensas son imposibles de cuantificar!